-séptima temporada-

jueves, 23 de junio de 2011

caridad inc.

Chicos, chicos!

Hoy necesitamos de la solidaridad de todos. Aurelio Benítez tiene tres años y está internado en el Hospital Mengele por un cáncer de pulmón.
Aurelio necesita aire y por cada bocanada de oxígeno tiene que entregar una tapita de gaseosa, agua mineral, etc. de cualquier marca.
Sin las tapitas, no le darán más aire para respirar y morirá por asfixia.

No cuesta nada que vayamos juntando mierdillas para ver si se prolonga un poco la vida de este niñito que no tiene suficiente dinero.

Juntar tapitas para tratar de acceder a un tratamiento médico vital es un derecho de todos.
Ayudemos a ayudar.

sábado, 11 de junio de 2011

Algunas notas de color de nuestra personalidad


Ana ensaya la profilaxis que triunfe
en la promiscuidad alimentaria de la heladera.


Madre conserva los sobrecitos de té xq los usa

para dejar sus ya legendarios carteles.


En uno de los cajones, Minaya esconde su colección
de tapitas de Sedal para peinarse.



Laura es una buena persona
aunque no riegue las plantas.


A Orsi no se la puede
no se la puede sacar a comer ningún lado.

Para Secretaria Ana María no hay como la libertad
de elegir el color de las uñas.


A García se le complica decidir cuándo
es el momento de tirar ese jabón que ya no sirve.



Hay algo que le impide a Leandro

deshacerse de los fósforos usados.


Le consta a Anita Leporina
que esta ciudad está llena de pájaros muertos.


Patología
es andar por ahí
catalogando a la gente.

miércoles, 8 de junio de 2011

Kolinos mata Kollontai

Jueves:
Encía recubierta de magma autoinmune---) Una llaga gigante erupciona en mi boca

Quizá no debí haberme chapado a ese vagabundo.

viernes, 3 de junio de 2011

La vida amorosa

Todo tiene que darse de forma natural.
Los distintos pasos que minuciosamente hemos planeado deben ir sucediendo del modo más espontáneo. Ingenuidad y candidez con que plantamos una por una las premisas afectivas. Al fin, él concluirá: está enamorado. Hilos de una estrategia de seducción que se va desenrollando paso a paso por delicada mano sutil.

Llego a su casa, toco timbre. Él abre la puerta, entro y me acomodo en el sofá . Apoyo la cartera a un costado, cruzo las piernas.

"Ah, te quedás a dormir..." dice él.


Hasta a una niña leporina se le pueden escapar las segundas intenciones.