-séptima temporada-

domingo, 2 de agosto de 2009

El corpiño con la cara de Trotsky

Mañana reinicio mi trabajo como promotora. A la mañana, con pantalón negro, botas negras y la remera que me toque de uniforme.
Siempre he querido que el oficio de "promotora" se mirase como algo digno. Es más: siempre quise que el colectivo "promotoras" fuese considerado, al igual que el resto de los trabajadores, sujeto revolucionario por excelencia. Ahí, con la gorrita y el stand enfrentándose a la burguesía, esbeltez de la lucha de clases: libido de la Historia.

Pero... he oído decir que la característica de la clase trabajadora es que genera plusvalía con su actividad. ¿Qué plusvalía genera una promotora?
¿Prestigio?
¿Excitación?
¿Sonrisas?
Si hubiera un reparto de plusvalía entre cada uno de los sujetos del mercado de trabajo, a los policías les tocaría represión; por eso no pueden considerarse "trabajadores" me han dicho.
¿Qué me tocaría a mí y a mis compañeras en este reparto redistributivo del plusvalor generado? ¿Un folleto? ¿Una galletita con paté?

Me voy a concentrar en lo inmediato, apelando a las tareas históricas de mi clase: al movimiento promotor le falta organización. Hay que gremializar. Un sindicato de promotoras es lo que hace falta. Vivimos en una precaria situación de sub-empleo, raras veces gozamos de garantías contractuales, continuidad temporal y ni hablar de aportes previsionales u obra social. ¿Es consciente esta sociedad del frío que se pasa con un catsuit en medio de una pista de carreras?
¿O de la alienante preocupación por constatar permanentemente la prolijidad del esmalte?



La del medio es amiga mía. Es copada, pero le falta conciencia de clase.


Nota mental para la "to do-list": promocionar la revolución socialista (yo quiero el stand del Programa de Transición)

9 comentarios:

Sebastián dijo...

Jajajaja, sí, me suenan ese tipo de disquisiciones... :) El problema, creo, es que no hay Hegel que se resista a una foto como la que acompaña este post... si tu amiga aborda a un grupo de obreros furiosamente anarquistas dispuestos a tirar abajo el gobierno a la mínima insinuación, te puedo asegurar que en tres segundos los tipos se olvidan de todo objetivo revolucionario y quedan más mansitos que ovejas nietzscheanas. Sustitución de objetivos, que se dice.

(Por cierto... ¿no hay foto de Anita en catsuit incitando a la rebelión?)

aguafiestas dijo...

esto ya lo leimos y ya se me ocurrieron comentarios algo mas chispitas que este, pero dejenme decir, plis, dejenme decir, dejenme gritar: el comunismo ya fueeeeeeeeeeeeeee

r dijo...

Si, si, basta de reedicion, que venga la produccion.

Tommy Barban dijo...

Mi secretaria fue promotora durante un par de años antes de empezar a trabajar conmigo, y a juzgar por las musculosas blancas que sigue luciendo pese a la temperatura invernal de estos días, todavía extraña el oficio.

Welshire dijo...

Siempre me pregunté porqué los policías andan gratis en bondi y los maestros pagan...
Pensemos en eso un instante-
Listo, ya está.


(demando saber si nos conocemos)

r dijo...

Si sos de Letras no te hagas llamar mi discipula, que escribo francamente mal.

Miguel Ángel Maya dijo...

...Es curioso, cuando he formado parte de cualquier gremio (y he formado parte de muchos y muy dispares), siempre he pensado así...
...Ahora también: pero creo que los teleoperadores y las promotoras son los parachoques del sistema...
...Ellas ponen la sonrisa, ellos ponen los oidos ante las quejas...
...Poco más...
...Un abrazo...

Ernesto Alaimo dijo...

Viva el gremio de las compañeras promotoras! Vosotras difundiréis la flama del socialismo por las esquinas, shoppings, fábricas y cruceros de todo el orbe!

Hagamos un plenario nacional de delegadas en el Sheraton, encabezado por la comisión interna de Puerto Madero!

Adelante compañeras! Por un glamour obrero y socialista!

Revolookción o Barbarie

Elisabel dijo...

la conozco diferente a la canción..